Gabriel es mozo y con la plata del auto, que había arreglado y tenía casi vendido, planeaba instalarse en Brasil. “Ya no conseguía cocheras y nunca lo dejaba por la avenida Colón, solo esa noche”, cuenta.
Después de meses de preparación, el plan de una nueva vida de Gabriel estaba casi listo. El casi era esperar unas semanas para partir rumbo a Brasil y vender su auto para juntar el dinero que lo ayuda a instalarse en el país vecino y buscar trabajo. Pero el destino tenía otros planes para él, muy diferentes, y desagradables.
El domingo a la madrugada el joven de 26 años, que trabaja de mozo, se despertó sin saber lo que había pasado a pocos metros de su vivienda. Justo en el lugar en el que había dejado estacionado la noche anterior su Volkswagen Gol modelo 1997, en Colón y Alsina. Cuando bajó y fue a ver su auto, que estaba en venta y puesto a tono para sacarle unos buenos pesos para el viaje, se encontró con una escena increíble: el coche destrozado, como si se lo hubiera llevado puesto un camión.
Lo que había pasado se lo enteró por un vecino. y era peor de lo que podía imaginar. Un joven de 21 años, borracho, chocó su camioneta Cherry Tiggo a alta velocidad y desde atrás contra su Gol y lo dejó destrozado. Tenía una licencia trucha y no pudo identificarlo la policía, por lo que lograr que el seguro se haga responsable de todo le va a llevar tiempo y dinero.
“Nunca dejo el auto por la avenida Colón, solo esa noche, Estuvo muchas noches guardado en cocheras pero ya no me lo tomaban por mes y llegué a pagar por 4 ó 5 días el valor que todos los autos pagaban por un mes. Estaba en venta porque estoy a un mes e irme a vivir a Brasil, un viaje muy planeado, fue un proyecto de todo el año dejarlo en buenas condiciones para venderlo bien y viajar con esa plata”, contó Gabriel.
“El choque me arruinó todos los planes. La persona no aparece, no sabe quién soy y yo no sé quién es así que no podemos contactarnos. Los datos que me dieron en la comisaría son del titular de la camioneta y no era él, porque el título del seguro estaba a nombre de una perosna que tiene 48 años, supongo que es el padre pero no lo sabemos“, explicó sobre lo que conoce del conductor de la camioneta, al que el test le dio 1,19 de alcohol en sangre y tenía una licencia de conducir apócrifa.
“Fue un año entero de ponerlo en condiciones, de armarlo, pintarlo, arreglar el motor. Lo había sacado hace nada, lo tenía estacionado y como ya casi lo vendía no quería perder más plata y lo saqué. En un mes tengo un vuelo para Brasil y queda un quilombo bárbaro acá”, se lamentó.
“Me desperté el domingo a la madrugada y me encuentro con el auto así. No habia un papel, nada, no sabía qué había pasado, hasta que aparecieron las imágenes. Un vecino me dijo que había sido a las tres de la mañana, que había estado la policía. pero no me dieron nada. Estoy cortando clavos para que no me lo secuestren aunque no sirva, pagando firmas, al abogado. Toda esa plata tengo que poner encima de no poder vender el auto“, señaló el joven, quien igual seguirá con su proyecto de cambiar de vida, aunque sin ahorros.
“Es un bajón, en un segundo toda la vida se te puede cambiar. A la larga todo esto se va a arreglar pero todo el proyecto del año se me aruinó. Todos saben el sacrificio que me costó el auto, cuando lo compré en pandemia fue un sacrificio para mí aunque no sea un auto muy costoso. El papel que me dieron en la comisaría no me sirve de nada porque me dieron solo una fotocopia de la credencial del seguro que no era del responsable sino del titular de la camioneta. Yo estoy dispuesto a negociar si es que aparecen sino los mando a juicio porque no tengo nada que perder, además de los daños materiales y muchas cosas que ya las perdí. La verdad es que me partió al medio todo esto y necesito una solución dentro de todo rápida para que me pueda ir tranquilo“, señaló.