El mar teñido de rojo y la orilla de algunas playas de la ciudad convertidas en un colchón de restos de floración marina junto con el olor que comienzan a desprenderse de ellas parecían ser parte de la postal marplatense hasta este jueves, cuando personal del Emsur comenzó con las tareas de limpieza en las playas del centro.
Con una topadora, los trabajadores de Ente Municipal de Servicios Urbanos levantan algas rojas, ovicápsulas, arena y organismos bentónicos propios del fondo del mar que por diferentes fenómenos meteorológicos llegan a la orilla desde el pasado viernes.
Si bien aún persiste las corrientes que traen consigo este fenómeno, desde el municipio optaron por comenzar la limpieza de los denominados arribazones que generan un fuerte olor por la descomposición de los organismos en las playas céntricas y pueden convertirse en una molestia para los bañistas.
Las playas más afectadas por este fenómeno son Playa Varese y Playa Grande, y hacia el sur el cordón comprendido entre las zonas del Faro de Punta Mogotes y el Alfar.
Las algas rojas suelen encontrarse en los sustratos duros, es decir en las rocas que están en el fondo del lecho marino y trajeron consigo ovicápsulas, ya que hay especies que depositan sus huevos en estas algas y organismos bentónicos propios del mar pero que no generan consecuencias en los seres terrestres. Los especialistas consultados por este medio indicaron que no representan un riesgo para los bañistas.