Comenzó en 1969 como un pequeño sueño familiar, fundado por Norma y Renato en la esquina de Alberti y Sarmiento, y se transformó en una tradición con su calzone romano cocido al horno de leña.
En el corazón de Mar del Plata, donde la gastronomía cuenta historias y une generaciones, El Rey del Calzone es mucho más que un restaurante: es un símbolo de perseverancia y pasión. Lo que comenzó en 1969 como un pequeño sueño familiar, fundado por Norma y Renato en la esquina de Alberti y Sarmiento, se transformó en una tradición marplatense con su calzone romano cocido al horno de leña, símbolo de calidad y autenticidad.
Hoy son virales en redes sociales y tanto turistas como locales se desviven por conseguir una mesa. Sin embargo, la pandemia puso a prueba su resistencia como nunca antes. “Ver el local cerrado, la incertidumbre, la preocupación por nuestros empleados y proveedores… Fue durísimo”, recuerda Analía Usai, propietaria junto a sus hermanos. Con las puertas cerradas y sin certezas sobre el futuro, cada día era una lucha.
A pesar de la crisis, nunca pensaron en rendirse. “Siempre tuvimos claro que había que encontrar una forma de seguir. Nuestra familia se caracteriza por eso: buscar soluciones y adaptarnos”, afirma Analía. Fue en ese proceso de adaptación cuando descubrieron una herramienta clave para su reinvención: la digitalización.
El punto de inflexión: un salto hacia la tecnología y la planificación
La llegada de Woki, la plataforma de reservas online, marcó un antes y un después en la organización del restaurante.
“Recuerdo cuando vinieron a ofrecernos el servicio, recién arrancaban. Nos gustó la propuesta porque nos permitía ordenar las reservas sin depender del teléfono y mejorar la experiencia del cliente”, cuenta Analía.
Sin pensarlo, Woki se convirtió en un aliado de esta reinvención. Además de ayudarles a organizar mejor los turnos y prever la demanda, abrió las puertas del restaurante a un público más joven y a nuevas generaciones. “Eso también fue clave. Nos permitió llegar a un cliente diferente, y con eso vino algo inesperado: la viralización en redes sociales de nuestro plato estrella, el Cacio e Pepe”, explica Analía con orgullo.
Lo que en un principio fue un desafío para los clientes –acostumbrarse a reservar mediante una app– rápidamente se convirtió en una ventaja competitiva. “La gastronomía es estar en cada detalle, y esto nos dio una herramienta increíble para mejorar en ese aspecto”, destaca.
Un clásico que sigue evolucionando
Hoy, El Rey del Calzone no solo sigue en pie, sino que ha logrado conquistar nuevas generaciones. Si bien su famoso calzone romano sigue siendo el emblema de la casa, han sumado opciones innovadoras como el Cacio e Pepe, que rápidamente se convirtió en el plato estrella.
“Siempre apostamos a la calidad y al respeto por nuestra tradición. Ese es nuestro diferencial”, afirma Analía. “Pero también entendemos que hay que estar atentos a los cambios, escuchar a los clientes y adaptarnos sin perder nuestra esencia”.
La historia de El Rey del Calzone es un testimonio de resiliencia y pasión por la gastronomía, pero también de cómo la colaboración y la tecnología pueden marcar la diferencia. En su proceso de reinvención, encontraron en Woki no solo una plataforma, sino un equipo de personas comprometidas que entendieron las necesidades del restaurante y trabajaron junto a ellos para optimizar cada detalle.
Con esta nueva estructura y el impulso digital, no solo lograron ordenar su operación, sino que abrieron sus puertas a nuevas generaciones y convirtieron su cocina en un fenómeno viral; demostrando que con las herramientas adecuadas y el apoyo correcto, toda crisis puede transformarse en una oportunidad.